Fantasmitas de pan crujiente con queso
Para celebrar Halloween os propongo un pan crujiente con un toque de queso que están deliciosos a la par que divertidos.
Ingredientes
- 500 gr de harina de fuerza
- 300 gr de agua
- 20 gr de aceite de oliva
- 20 gr de kikos molidos
- 5gr de levadura fresca ( 1'5 gr de levadura seca)
- 10 gr de sal
Para la decoración
- queso semicurado rallado
- aceitunas verdes
- pimiento rojo
Elaboración
En primer lugar pon a calentar el agua, tiene que tener que estar templada, después disuelve la levadura en ella.
En un recipiente amplio coloca la harina, los kikos molidos, la sal y el aceite de oliva, y vamos vertiendo el agua poco a poco, seguidamente comenzamos a mezclar todos los ingredientes hasta que todos queden unidos.
Vertemos sobre una superficie de trabajo ligeramente enharinada y comenzamos a amasar plegando la masa sobre si misma. Nos llevará entre 10 y 15 minutos. Para que te sea mas fácil puedes dejar reposar la masa unos 5 minutos y después seguir amasando.
Engrasamos un recipiente con aceite de oliva y la dejamos reposar tapada en un lugar cálido una hora aproximadamente.
Transcurrido este tiempo, volvemos a trabajar la masa unos 5 minutos y ya podemos comenzar a formar nuestros fantasmas. La idea es que sean fáciles de realizar y rápidos. Divide la masa en tres, coge una porción y estírala bien fina. Las otras dos porciones resérvalas tapadas hasta utilizarlas.
Una vez estirada la masa con un cuchillo afilado recorta la forma, es tan sencilla que no necesitas ninguna plantilla. Ves colocando tus fantasmas sobre la bandeja recubierta de papel de hornear.
Corta horizontalmente rebanadas de aceitunas verdes deshuesadas y coloca en el centro un trocito de pimiento rojo. Ya tienes los ojos de tus fantasmas.
Horneamos nuestros fantasmas durante aproximadamente 10 minutos deben quedar doraditos, el tiempo depende un poco de cada horno así que no pierdas de vista los primeros que hornees de esta forma sabrás el tiempo exacto que tardan en tu horno.
Buñuelos de calabaza
Llegó el otoño y con el sus hermosos paisajes. Me encantan los aromas, los colores y sabores del otoño. Y con el otoño también llega la festividad de Todos los Santos, y para celebrarlo unos deliciosos, esponjosos y tiernos buñuelos de calabaza.
Cosas a tener en cuenta:
Cuando he cocinado a lo largo de los años estos buñuelos, al hacerlos con azúcar blanca unos 50-55 gr es suficiente ya que luego van rebozados en azúcar, pero si mezclas azúcar blanca y de caña tendrás que subir un poco la cantidad unos 10-15 gr, ya que les faltará un poco de dulzor.
La masa debe de reposar mínimo 1 hora, en mi caso la realicé por la mañana, la tape bien con papel film y la deje en la nevera hasta la tarde.
La masa se conserva perfectamente tapada en la nevera hasta el día siguiente, con lo cual yo te recomiendo que no la hagas toda de golpe, a no ser que tengas invitados, porque de esta manera podrás disfrutar de buñuelos recién hechos varias veces.
Estos llevan licor por lo que no son aptos para niños, sustituye la cantidad de líquido por leche previamente infusionada con un trocito de canela en rama y piel de limón.
Me gusta asar la calabaza porque los sabores se intensifican y queda menos acuosa, pero las fotos son de hace ya 1 año cuando la luz no estaba al precio que está hoy en día. Así que te doy tres opciones, planifica con antelación la hora mas conveniente para asar según tu tarifa y lo que quieres asar, ya que puedes hornear a la vez varias cosas que te servirán para diferentes comidas. Un ejemplo sería, al mismo tiempo que asas la calabaza poner a hornear, diferentes verduras tapadas con papel de aluminio para que no desprendan olores (para ensaladas, salsas, sopas…). Otra opción es hacerla al vapor y la última al microondas.
Si os apetece probar estos buñuelos, tomad nota!
Ingredientes
- 220 gr de calabaza asada o al vapor
- 250 gr de harina de todo uso tamizada
- 2 huevos a temperatura ambiente
- 40 gr de azúcar blanco
- 25 gr de azúcar moreno
- 1 sobre de levadura química (12 gr)
- 4 cucharadas de licor de anís
- 2 cucharadas de coñac
- la ralladura de media naranja
- ¼ cucharadita de canela en polvo
- una pizca de sal
Para rebozar
- azúcar y canela
Elaboración
En primer lugar asar la calabaza…
En un horno precalentado a 180ºC calor arriba y abajo, colocaremos encima de una bandeja cubierta con papel de hornear, boca abajo, la mitad de una calabaza mediana a la que habremos retirado las semillas previamente. Estará aproximadamente 1 hora, dependiendo del tamaño de la calabaza y del horno de cada uno.
Una vez asada, esperamos a que pierda un poco la temperatura y retiramos la piel, la pulpa la iremos dejando sobre un colador para retirarle la mayor cantidad de agua posible. La dejamos así un par de horas para escurrirla bien. Después trituramos y ya tenemos un puré de calabaza natural y delicioso perfecto para esta y cualquier otra elaboración con calabaza.
La masa…
En un bol cernir la harina de trigo con la levadura en polvo para que no queden grumos en la masa. Agregar la pizca de sal y reservar.
En otro recipiente bate los huevos junto al azúcar blanco y el de caña, para que este se disuelva mejor. Luego añade el licor de anís, el coñac, la canela, la ralladura de naranja y la calabaza, mezcla todo bien y a continuación añade los ingredientes secos que teníamos reservados. Tienes que obtener una masa cohesionada y homogénea, la textura parecida a la de los churros.
Pasado este tiempo comprueba la consistencia de la masa.
Pon abundante aceite a calentar a fuego medio en un recipiente hondo, debe estar entre 175º-180º, ojo no debe humear. Para ajustar el tiempo y la temperatura pon un poco de la masa cuando esta comience a tomar un ligero color caramelo puedes empezar a freír.
Después, los vamos sacando sobre un plato cubierto de papel de cocina para absorber el exceso de grasa.
Por último, los pasamos por azúcar o una mezcla de azúcar y canela, según gustos.
Son perfectos para tomarlos con un chocolate caliente o un café.
El último día de octubre se celebra la “castanyada” en Catalunya, es la fiesta del otoño, y las castañas, los panellets y los boniatos son los protagonistas principales.
En la escuela solíamos hacerlos de piñones y de coco, me encantaba ese día, todos los niños esperábamos con ilusión que los maestros nos trajeran nuestras maravillosas y comestibles obras de arte.
Mermelada de calabaza |
Puede que a estas alturas la receta de mermelada de calabaza la tengáis mas que vista.
La que yo os propongo es sencilla y deliciosa.
Los ingredientes para una buena mermelada son, obviamente la fruta (en este caso la Calabaza), el azúcar, la pectina y la acidez.
Para que la consistencia sea perfecta tiene que tener la suficiente cantidad de estos 3 últimos ingredientes.
En mi caso no utilizo el famoso “tpt” (“tanto por tanto”), por ello, como la calabaza tiene un bajo contenido en pectina, le he incorporado una manzana Grand Smith con piel (que tiene un alto contenido en pectina), y 1 cucharada de zumo de limón que aporta acidez, pectina y sabor.
Y para que aún esté mas deliciosa, le he añadido ½ vaina de vainilla y el zumo de 2 mandarinas pequeñas. Está increíble, y se puede utilizar para un montón de recetas.
Ingredientes
Elaboración
En primer lugar, pelamos y cortamos en trozos la calabaza. Después cortamos pero no pelamos la manzana a cubos.
En una olla, combinamos la calabaza, la manzana, el azúcar, la ½ vaina de vainilla (a la que habremos raspado las semillas), y los zumos de mandarina y limón.
Cocinamos primero a fuego alto hasta que comience a hervir y a continuación reducimos la temperatura a medio-bajo.
Una vez la calabaza esta blanda y suave(aproximadamente entre 40 y 50 minutos), y el líquido ha reducido, retiramos la vaina de vainilla, esperamos unos segundos, y después trituramos con la batidora de mano.
Si nos queda muy líquida la cocinamos unos minutos mas.
Para el envasado:
En este caso, no haría falta porque sale para aproximadamente y tarro, pero si decides hacer mas aquí va unos consejitos.
Para esterilizar los tarros los introducimos en agua hirviendo entre 10 o 15 minutos, para que queden secos puedes poner los en el horno a baja temperatura.
Los tarros se deben llenar con la mermelada caliente, dejando unos 5 milímetros de espacio. Después limpiamos la tapa con un paño limpio y húmedo, y cerramos. Los colocamos boca a bajo hasta su esterilización.
Ponemos a calentar una olla con agua hasta que comiencen a aparecer burbujas.
Seguidamente ponemos un paño en el fondo de una cazuela para evitar que los botes choquen entre si. Colocamos los tarros, y entre ellos ponemos otro paño. Seguidamente vertemos el agua caliente por los lados hasta aproximadamente unos 5 cm por encima de las tapas, se tapa la cazuela y se dejan unos 10-12 minutos. Finalmente se retiran los tarros y se dejan reposar hasta que estén completamente fríos.
Etiquetamos y fechamos los tarros.