Buñuelos
de calabaza
Llegó
el otoño y con el sus hermosos paisajes. Me encantan los aromas, los
colores y sabores del otoño. Y con el otoño también llega la
festividad de Todos los Santos, y para celebrarlo unos deliciosos,
esponjosos y tiernos buñuelos de calabaza.
Cosas
a tener en cuenta:
Cuando
he cocinado a lo largo de los años estos buñuelos, al hacerlos con
azúcar blanca unos 50-55 gr es suficiente ya que luego van rebozados
en azúcar, pero si mezclas azúcar blanca y de caña tendrás que
subir un poco la cantidad unos 10-15 gr, ya que les faltará un poco
de dulzor.
La
masa debe de reposar mínimo 1 hora, en mi caso la realicé por la
mañana, la tape bien con papel film y la deje en la nevera hasta la
tarde.
La
masa se conserva perfectamente tapada en la nevera hasta el día
siguiente, con lo cual yo te recomiendo que no la hagas toda de
golpe, a no ser que tengas invitados, porque de esta manera podrás
disfrutar de buñuelos recién hechos varias veces.
Estos
llevan licor por lo que no son aptos para niños, sustituye la
cantidad de líquido por leche previamente infusionada con un trocito
de canela en rama y piel de limón.
Me
gusta asar la calabaza porque los sabores se intensifican y queda
menos acuosa, pero las fotos son de hace ya 1 año cuando la luz no estaba al precio que está hoy en día. Así que te doy tres
opciones, planifica con antelación la hora mas conveniente para asar
según tu tarifa y lo que quieres asar, ya que puedes hornear a la
vez varias cosas que te servirán para diferentes comidas. Un ejemplo
sería, al mismo tiempo que asas la calabaza poner a hornear,
diferentes verduras tapadas con papel de aluminio para que no
desprendan olores (para ensaladas, salsas, sopas…). Otra opción es
hacerla al vapor y la última al microondas.
Si
os apetece probar estos buñuelos, tomad nota!
Ingredientes
-
220 gr de calabaza asada o al vapor
-
250 gr de harina de todo uso tamizada
-
2 huevos a temperatura ambiente
-
40 gr de azúcar blanco
-
25 gr de azúcar moreno
-
1 sobre de levadura química (12 gr)
-
4 cucharadas de licor de anís
-
2 cucharadas de coñac
-
la ralladura de media naranja
-
¼ cucharadita de canela en polvo
-
una pizca de sal
Para
rebozar
-
azúcar y canela
Elaboración
En
primer lugar asar la calabaza…
En
un horno precalentado a 180ºC calor arriba y abajo, colocaremos
encima de una bandeja cubierta con papel de hornear, boca abajo, la
mitad de una calabaza mediana a la que habremos retirado las semillas
previamente. Estará aproximadamente 1 hora, dependiendo del tamaño
de la calabaza y del horno de cada uno.
Una
vez asada, esperamos a que pierda un poco la temperatura y retiramos
la piel, la pulpa la iremos dejando sobre un colador para retirarle
la mayor cantidad de agua posible. La dejamos así un par de horas
para escurrirla bien. Después trituramos y ya tenemos un puré de
calabaza natural y delicioso perfecto para esta y cualquier otra
elaboración con calabaza.
La
masa…
En
un bol cernir la harina de trigo con la levadura en polvo para que no
queden grumos en la masa. Agregar la pizca de sal y reservar.
En
otro recipiente bate los huevos junto al azúcar blanco y el de caña,
para que este se disuelva mejor. Luego añade el licor de anís, el
coñac, la canela, la ralladura de naranja y la calabaza, mezcla todo
bien y a continuación añade los ingredientes secos que teníamos
reservados. Tienes que obtener una masa cohesionada y homogénea, la
textura parecida a la de los churros.
Tapamos
la masa con papel film y la dejamos reposar en la nevera mínimo 2
horas, para que se hidrate la harina y se relaje el gluten.
Pasado
este tiempo comprueba la consistencia de la masa.
Pon
abundante aceite a calentar a fuego medio en un recipiente hondo,
debe estar entre 175º-180º, ojo no debe humear. Para ajustar el
tiempo y la temperatura pon un poco de la masa cuando esta comience a
tomar un ligero color caramelo puedes empezar a freír.
Ves
tomando cucharaditas de masa, tienen que ser porciones pequeñas, ya
que los buñuelos se inflan mucho.
Tardaran
aproximadamente entre un 1 minuto y medio o 2 por cada lado, en la
mayoría de las ocasiones ellos mismos voltean cuando están.
Después,
los vamos sacando sobre un plato cubierto de papel de cocina para
absorber el exceso de grasa.
Por
último, los pasamos por azúcar o una mezcla de azúcar y canela,
según gustos.
Son
perfectos para tomarlos con un chocolate caliente o un café.