En casa siempre se han comido, es más, una de las cosas que siempre tengo que llevar cuando voy a alguna comida tanto familiar como con amigos son estos mejillones.
Lo mejor que tienen es que son sencillos y la vinagreta se puede hacer con antelación, porque lo ideal es que esté bien fresquita.
Ingredientes
• 1kg de mejillones
• 1 pimiento verde
• 1 pepino mediano
• 1 tomate grande
• 1 cebolleta mediana
• ½ pimiento rojo
Para cocer los mejillones
• 1 vaso de agua
• ½ vaso de vino
• 1 hola de laurel
• Unos granos de pimienta negra
Vinagreta
• 6 cucharadas de vinagre de vino tinto
• 4 de aceite de oliva virgen
• Sal
• pimienta
Elaboración
En primer lugar, rasparemos con un cuchillo las conchas de los mejillones y les quitaremos las barbas. Después, los lavaremos bien en agua fría, desechando los que estén rotos y los que, estando abiertos, no se cierran tras darles un golpe.
Seguidamente, colocaremos en una cacerola un vaso de agua, medio de vino, la hoja de laurel y los granos de pimienta negra. Llevaremos a ebullición e incorporaremos los mejillones, taparemos la cacerola. Una vez estén todos abiertos los retiraremos del fuego, los sacaremos del agua y dejaremos que se enfríen.
Para preparar la vinagreta, colocaremos en un recipiente los pimientos, el pepino, el tomate y la cebolleta todo picado muy menudo, le agregamos 6 cucharadas de vinagre de vino tinto por 4 de aceite de oliva, sal y pimienta al gusto. Aquí va un poco a gustos, por ello hay que ir probando, en este caso a mi me gusta que tenga más sabor a vinagre. Dejamos reposar en la nevera para que los sabores se integren.
Para finalizar, quitaremos a cada mejillón la parte de la concha vacía, y dejaremos la otra media concha con su mejillón, los colocaremos sobre una bandeja, y con una cucharita los iremos rellenando con la vinagreta.
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