domingo, 27 de febrero de 2022

Habas tiernas con huevos revueltos

 









Antes de que termine la temporada de habas os comparto una muy sencilla receta, que a su vez está deliciosa y es nutritiva. La receta es antigua, mi madre cuando yo era pequeña utilizaba solo unos dientes de ajos y cebolla, pero los tiempos cambian y ahí mas variedad en los mercados, y ahora incorporamos ajos tiernos y frescos, puerro y cebolla fresca.

Puedes utilizar solo un manojo de ajos tiernos, pero quedan tan bien que yo le suelo poner dos.

Ingredientes

- Entre 500 g y 600 g de habas tiernas (con su vaina)

- 2 manojos de ajos tiernos

- 1 puerro

- 1 manojo de cebolletas o cebollas tiernas

- 1 diente de ajo

- sal 

- una pizca de comino molido

- una pizca de pimentón de la vera puede ser dulce o picante (en mi caso picante)

- AOVE

- Entre 3 y 4 huevos

- Agua para cocer



Elaboración

Comenzamos limpiando las habas y clasificándolas, las mas tiernas las dejamos con la vaina, las mas duras las desgranamos.

A las habas con  vaina les cortamos las puntas de los extremos, y si fuera necesario las hebras laterales.

Limpiamos los ajos tiernos, y los cortamos en rodajas excepto la parte mas blanca que la dejaremos entera.

El puerro lo limpiamos y lo cortamos en brunoise.

Las cebolletas también las limpiamos, y al igual que los ajos cortamos el tallo en rebanadas finas y la parte mas tierna de la cabeza la dejamos entera si es muy fina, sino dependiendo el tamaño cortaremos por la mitad a lo largo o en 4 trozos también a lo largo.

Cortamos las habas con vaina en rodajas de 1 cm de grosor y las vamos dejando en un cuenco con agua y un poco de perejil,  o se pondrán ennegrecidas.



Colocamos una olla al fuego con agua y sal y cuando comience a hervir introducimos todas las habas y cocemos durante 5 minutos, retiramos del fuego, escurrimos y reservamos.

Ponemos al fuego una cazuela amplia con un poco de AOVE y rehogamos un diente de ajo picado, los ajos tiernos, el puerro, y la cebolletas. 



Cuando todo tome un ligero color añadimos las habas les damos unas vueltas y bajamos el fuego a medio bajo, las tapamos y cocinamos unos 10-15 minutos mas. Depende un poco de como te gusten de tiernas.

Destapamos añadimos las especias y mezclamos, a continuación hacemos unos huecos y colocamos un huevo en cada uno de ellos. Para finalizar revolvemos hasta que quede el huevo cuajado.




sábado, 26 de febrero de 2022

Beignets

                                

Los beignets son un dulce de masa frita envueltos en azúcar glas. La palabra es francesa y significa buñuelo. Son típicos de Nueva Orleans, ciudad del sur estadounidense, al lado del río Misisipi que tiene una gastronomía de influencia francesa y africana que poco tiene que ver con la del resto del país.
  Lo mejor es lo fácil que son de hacer. Se pueden encontrar multitud de variantes y con una infinidad de rellenos, pero como todavía no tenia la receta en el blog empezaremos por los mas básicos.

Ingredientes


-  500 g de harina (puedes usar tanto la de fuerza

 como la de todo uso salen bien con las dos, pero yo

         en esta ocasión usé la de fuerza)


- 200 ml de leche entera templada


- 50 ml de agua templada


- 25 g de levadura fresca o 10 g de levadura seca (yo

 utilicé la seca en esta ocasión)


- 1 pizca de sal


- 1 huevo a temperatura ambiente


- 1 cucharadita de extracto de vainilla o esencia


- ralladura de un limón


- 60 g de mantequilla a temperatura ambiente (

 sácala de la nevera como unas 2 horas antes,  

               dependiendo del calor que haga en tu

 país)


Además:


- aceite neutro para freír


- Azúcar glas para rebozar


- recortaremos unos cuadrados de papel de hornear o encerar


Elaboración


Puedes perfectamente hacerla a mano, pero en mi caso

 he utilizado la máquina.


En el bol de la batidora añadimos el agua y la leche

 tibia junto al azúcar y mezclamos, luego incorporamos

 la levadura desmenuzada en el caso de usarla fresca,

 y en el caso de usarla seca simplemente la vertemos y

 removemos todo. Tapamos y dejamos reposar entre 10

 y 15 minutos.




Una vez ha crecido añadimos la leche, la harina, el

 huevo ligeramente batido, el extracto de vainilla, la

 sal, y la

 ralladura de limón.  Mezclamos los ingredientes a

velocidad media con el gancho de amasar adjunto; la

 masa debe unirse de forma rápida.


Continuamos mezclando la masa durante 5 minutos,

 luego detenemos el mezclador y repasamos el

 recipiente

 con una espátula y espolvoreamos con un

 poco de

 harina. Mezclamos durante otros 5 minutos. Debemos

 obtener una masa lisa, suave, elástica y con una

 ligera pegajosidad. Una vez más, raspamos

 el bol. 

Añadimos la mantequilla ablandada y mezclamos

 hasta que todo se junte. Esto puede tardar unos

 minutos y  al principio, quedará como abierta y

 separada, pero pronto se une formando una masa

 brillante, lisa, y elástica. Retiramos la masa del

 mezclador y la colocamos en un recipiente grande

 ligeramente engrasado y enharinado. Cubrimos con un

 paño limpio y fino, y dejamos que la masa aumente

 en un lugar cálido y seco durante 1 hora a una 1 y

 3o minutos. Una vez doblado el tamaño, liberar los

 gases volviendo a amasar la masa sobre la superficie

 de trabajo suavemente. 

Después de leudar, extienda la masa sobre una

 superficie ligeramente enharinada, la estiramos 

dándole forma cuadrada o rectangular. Le daremos

 aproximadamente un medio centímetro de grosor y

 seguidamente la cortamos en porciones cuadradas que

 iremos colocando sobre los cuadrados de papel de

 hornear. Tapamos de nuevo con un paño y dejamos

 levar unos 20 minutos.




Ponemos a calentar una sartén honda a fuego medio con abundante aceite, para comprobar la temperatura yo pongo un trocito de masa y espero a que suba, verás que el aceite comienza a burbujear a su alrededor,  y se dore ligeramente por ambos lados, entonces tendrás el aceite a la temperatura perfecta.
Vamos colocando nuestra masa en el aceite con el

 papel, en nada verás que esté se desprende con mucha

 facilidad, lo retiramos y freímos por ambos lados los

 beignets.  Deben quedar ligeramente dorados por

 ambos lados.




Los iremos retirando a medida que los cocinamos sobre

 papel de cocina para retirar el exceso de grasa.


Finalmente, los rebozamos por azúcar glas.





miércoles, 23 de febrero de 2022

Albóndigas a la jardinera

  





Es una de esas recetas entrañables, tradicionales, fáciles y deliciosas, que nos han acompañado  a lo largo de toda nuestra vida. Son un éxito asegurado.

Ingredientes

Para las albóndigas

- 400 g de babilla de ternera picada
- 200 g de carne magra de cerdo picada
- Un poco de perejil picado
- 1 diente de ajo picado muy fino
- ¼ de cebolla picada muy fina
- Un poco de miga de pan remojada en leche (50 g de miga de pan*, y unos 90 ml de leche)
- 1 yema
- una pizca de cebolla en polvo y ajo en polvo
- Sal y pimienta al gusto
1 cucharada de pan rallado
* funciona muy bien la miga del pan de molde

Para rebozar 

- Harina

Para freír

- aceite de semillas

Para la salsa

- 1 l de  Caldo de pollo
- 100 ml de vino blanco
- 30 ml de coñac
- 2 cebollas en brunoise
- 5 zanahorias cortadas en rodajas
- 1 tomate pequeño
- 2 dientes de ajo
- Una bandejita de champiñones
- 150 g de guisantes cocidos
- AOVE y sal
- pimienta
- 1 cucharadita de soja ( es opcional la receta tradicional no la lleva, pero potencia el sabor y puedes reducir un poco la sal)

Picada

- perejil
- 8 almendras tostadas ( se compran crudas y se doran en una sartén ligeramente, no las pierdas de vitas y remueve constantemente a fuego bajo, si se queman amargan)

Elaboración

En primer lugar preparamos las albóndigas, en un recipiente hondo, pondremos las carnes picadas, y les añadimos un diente de ajo, la cebolla y el perejil muy picados, agregamos también la miga de pan remojada en leche, la yema de huevo, el ajo y la cebolla en polvo, el pan rallado,  la sal y la pimienta. Amasamos hasta que todos los ingredientes estén bien mezclados. 


Después hacemos bolas y las rebozamos en harina. A continuación las freímos en abundante aceite, hasta que estén un poco doraditas. Reservamos.

En una cazuela, prepararemos la salsa, para ello una vez la cazuela este caliente añadimos un chorrito de Aove y doramos las zanahorias, luego las retiraremos y reservamos, seguidamente sofreímos la cebolla y 2 dientes de ajo. Cuando comiencen a dorar incorporamos el tomate troceado y dejamos que se haga durante unos minutos. Pasamos la cebolla, los ajos y el tomate al baso de la batidora eléctrica junto a unos trocitos de zanahoria rehogada, y trituramos junto con un poco de caldo.
En la misma cazuela vertemos el vino y el coñac,  y esperamos que comiencen a hervir para incorporar el resto del caldo y los ingredientes triturados, lo removemos un poco, ponemos el fuego a temperatura media baja e iremos añadiendo las albóndigas y las zanahorias reservadas. Salpimentamos y dejamos cocer a fuego lento durante unos 25-30 minutos.
En una sartén rehogamos los champiñones, junto a una picada de perejil y almendras, y lo incorporamos todo junto a los guisantes y la soja 5 minutos antes de que acabe la cocción.

domingo, 20 de febrero de 2022

Rosquillas

 






 “Las rosquillas de mi mami”,  me han acompañado durante toda mi vida. 
Durante la semana mi madre nos solía cocinar natillas, flanes, arroz con leche, leche frita, o bizcochos; pero los domingos era el turno de los churros con chocolate, las tortas, las torrijas y, sobre todo de las rosquillas, las preparaba en un momento, sobre todo si llegaba una visita inesperada.  Los pestiños (dulce bañado en miel) eran para ocasiones especiales, púes requieren más trabajo.
Recuerdo con mucho cariño el delicioso y embriagador olor a canela que impregnaba toda la casa, y como mi madre hacia bandejas y bandejas de rosquillas y borrachuelos para compartir con familiares, amigos y vecinos. 
Esta es la receta con la que realice mis primeros pinitos en la cocina, ya que siendo muy pequeñita ayudaba (o más bien incordiaba)  a mi madre a hacerlas, solo que como no me salía muy bien la forma de rosquilla, yo hacia palotes.
Y ya me veis toda impaciente y emocionada esperando que mi madre sacara del fuego mi pequeña y chichurria creación. Esos momentos siempre permanecen en el corazón.
Decididamente, es la receta que marcó mi infancia, mi adolescencia y mi madurez.
Sin más dilación, la receta.



Ingredientes



2 huevos
el zumo y la cáscara de una naranja
12 cucharadas de aceite de oliva
12 cucharadas de leche
12 cucharadas de azúcar
2 sobres de levadura química
1 cucharadita de canela molida
500g de harina
una cáscara de limón
aceite para freír
azúcar y canela para rebozar las rosquillas


Elaboración

En primer lugar, confitaremos la cáscara de limón en el aceite para restarle acidez, lo tendremos hasta que empiece a burbujear levemente el aceite alrededor de la cáscara, y seguidamente, retiraremos la sartén del fuego. Reservaremos hasta su utilización (antes de freír las rosquillas quitaremos la cáscara de limón).
En un recipiente, batiremos los huevos junto con el azúcar y la ralladura de naranja hasta que queden un poco espumosos y blanquecinos. A continuación, incorporaremos la leche, el aceite, el zumo de una naranja y la canela molida.




Una vez, esté todo bien mezclado, iremos añadiendo poco a poco la harina tamizada con la levadura, y trabajaremos la masa con las manos hasta conseguir una consistencia homogénea que no se nos pegue.
La dejaremos reposar tapada, al menos una hora, para de este modo poder trabajar mejor la masa.
Cuando haya pasado el tiempo correspondiente, la dispondremos sobre una superficie lisa espolvoreada con harina, y formaremos unas bolitas. haremos con cada una de ellas tiras, a las que uniremos los extremos para formar rosquillas.






Las freiremos en una sartén con abundante aceite, a fuego medio, ya que si nos pasamos con la temperatura quedaran muy tostadas por fuera y crudas por dentro. Lo que yo recomiendo es echar una pequeña porción de masa para comprobar que tiene la temperatura correcta.
Finalmente, las colocaremos sobre un papel absorbente y las rebozaremos en una mezcla de azúcar y canela molida (las proporciones van a gusto).


                                                            

Ummm!! Son ideales para la merienda de los niños y no tan niños. A las amiguitas de mi niña les encantan.

sábado, 19 de febrero de 2022

Crema de calabacín

 



Una crema muy fácil, rápida, ligera y deliciosa. Que se puede comer tanto fría como caliente.
Si hacéis la crema con el calabacín pelado, os quedará de un color clarito y mas amarillenta, en cambio si queréis hacerla con un color verde más bonito, podéis añadir un poco de la piel del calabacín bien lavada.

Ingredientes

- 2 calabacines

- 1/2 cebolla mediana

- 1 puerro

- 1 diente de ajo

- 500 ml de caldo de pollo, vegetal o agua

- sal y pimienta al gusto

- 3 quesitos o 40 ml de nata

- Aove

Elaboración

Ponemos a calentar una olla a fuego medio, cuando esté caliente vertemos un poco de aceite, luego cortamos un ajo y lo añadimos, cuando haya cogido un poco de color incorporamos la cebolla cortada en juliana y la cocinamos a fuego bajo hasta que empiece a tomar un ligero color caramelo.

Ahora introducimos el puerro cortado en trocitos y le damos un par de vueltas, después haremos lo mismo con el calabacín el cual habremos pelado o no según gustos. Sofreiremos el conjunto durante unos 10 minutos aproximadamente.

Finalmente cubrimos con el caldo o agua, sal pimentamos y cocinamos a fuego medio durante unos 20 minutos. Tras este tiempo retiramos, y si decides utilizar los quesitos (esta fue mi opción) ahora es el momento de ponérselos y después trituramos. Luego lo volvemos a pasar a la olla y rectificamos de sal.
Si vas a utilizar la nata se la añadimos ahora y mezclamos para que nos quede una textura mas cremosa, dejamos cocer otros cinco minutos más y servimos.

Lo podemos acompañar de unos picatostes caseros.




martes, 15 de febrero de 2022

Leche Frita

 





Ya tenemos a la vuelta de la esquina el Carnaval, una ocasión mas para disfrazarse y degustar los dulces típicos de estas fechas.
La leche frita junto con los buñuelos y las torrijas, son de los dulces mas conocidos, dentro del territorio español.
Se trata de un postre muy sencillo y humilde, que se realiza con pocos ingredientes: leche, harina de maíz, canela, azúcar y piel de limón. La crema que se obtiene al cocinar todos estos ingredientes se enfría tradicionalmente en un molde cuadrado o rectangular, luego se cortan tiras y se fríen.
Pero esta vez se me ocurrió que podía utilizar el molde de silicona de las magdalenas para enfriarlo, y ha sido un verdadero descubrimiento, salen perfectas, todas iguales y muy lindas. Lo mejor que puedes elegir el grosor que mas te guste, desde hoy mi leche frita se enfriará siempre en moldes de silicona, otra idea si queréis la tradicional forma rectangular, es enfriar la masa en un molde de silicona con esta forma.

La vainilla no es de la receta tradicional, pero hoy en día es fácil encontrarla y la de muy buen sabor. 


Ingredientes
(con esta cantidad tienes para 6 unidades)

  • ½ litro de leche entera
  • 50 gr. de harina de maíz
  • 40 gr. de azúcar
  • ½ de la piel de una naranja
  • ½ de la piel de un limón (evitar en lo posible la parte blanca, amarga)
  • 1 rama de canela
  • 1 vaina de vainilla ( se abre de forma longitudinal y se le extraen las semillas, todo junto se introduce en la leche para infusionarla), Puedes utilizar también extracto de vainilla o aroma, en este caso se lo añadiremos al final de la cocción del líquido que queramos aromatizar.


Para rebozar

  • harina
  • 2 huevos
  • azúcar
  • canela molida


Para freír

  • aceite de girasol o aceite suave de oliva
  • un trozo de piel de limón


Elaboración


En mi caso la preparación la comienzo un día antes para que la leche se impregne de mas aroma.
En primer lugar ponemos a hervir la leche con la rama de canela, la vainilla, la piel de naranja y limón.
Este es el momento, en que yo la dejo reservada hasta la noche, que es cuando preparo la crema, si quieres ir por el camino rápido espera a que se temple un poco y continua con la receta.
Porque la preparo por la noche, por el enfriado, si la dejas reposar toda la noche en la nevera te será mucho mas fácil trabajarla después, ya que estará muy compacta.
Una vez transcurrido el tiempo de aromatizar la leche, la colamos. Después  colocamos en un recipiente  la harina y el azúcar, y poco a poco vamos vertiendo la  ½ de la leche y disolvemos  hasta formar una especie de papilla, lisa y  homogénea. Luego incorporamos el resto de la leche y mezclamos.
Seguidamente, pasamos todo a la cazuela y cocinamos (sin dejar de remover) a fuego medio hasta que espese, debe quedar bastante mas espesa que la bechamel, tiene la consistencia parecida a la de las croquetas. Tardará entre 5-8 minutos aproximadamente.
A continuación, vierte la crema en los huecos del molde para magdalenas (o cupcakes), en mi caso puse tres cucharadas soperas en cada uno. Si lo prefieres realizar a la forma tradicional, utiliza un molde rectangular bajo.


Deja enfriar a temperatura ambiente, y luego deja que repose toda la noche en la nevera ( ¡Ojo, nunca tapes la crema cuando se está enfriando!).
Una vez estén bien cuajados los medallones, preparamos  tres  cuencos: uno con harina y  otro con huevo batido.

 El tercero de los cuencos con una mezcla de azúcar y canela molida, también tendremos preparado un plato con papel de cocina absorbente.

(Vamos desmoldando los medallones a medida que los vayamos friendo).
Ponemos a calentar una sartén con abundante aceite a temperatura media. Para saber el punto de cocción  adecuado colocamos un trozo de cascara de limón en el aceite,  cuando empiece a freírse comenzamos a pasar la crema por harina primero y luego por huevo, escurrimos el sobrante e introducimos en el aceite. No poner mas de dos porque bajamos la temperatura del aceite.



Los cocinamos hasta que estén doraditos por los dos lados.
Luego los vamos sacando y colocando sobre el plato con papel de cocina absorbente.
Finalmente, los rebozamos en la mezcla de azúcar y canela molida.



Y listo!!!