Se trata de un bizcocho suave y esponjoso, que lleva un delicioso relleno de fresas y nata, todo junto es un verdadero espectáculo
Ingredientes
Para el bizcocho
- 4 huevos a temperatura ambiente
- 80 g de azúcar
- 1 cucharadita de miel
- 60 g de harina
- 20 g de harina refinada de maíz
- 3 cucharadas de aceite vegetal
- 3 cucharadas de leche
- 2 g de levadura en polvo
- 1/2 cucharadita de extracto o aroma de vainilla
Para el relleno
- 300 ml de nata
- 60 g de leche condensada
- 1/2 cucharadita de extracto, aroma o pasta de vainilla
- .una bandejita de fresas
- 1 cucharadita de azúcar
- 1/2 cucharadita de zumo de limón
Elaboración
En primer lugar preparamos la bandeja forrándola con papel de hornear, la del horno te sirve perfectamente, dependiendo como quieras de gordito tu bizcocho, la bandeja tendrá que ser mas pequeña.
Precalentamos el horno a 180ºC calor arriba y a bajo.
Comenzamos tamizando sobre un papel de hornear o un cuenco la harina y la levadura, seguidamente separamos las yemas de las claras y vamos poniendo cada una de ellas en un recipiente diferente.
Primero montaremos las yemas con la cucharadita de miel, el extracto de vainilla, y 15 g del total del azúcar que utilizaremos para el bizcocho. Tenemos que batir a velocidad media- alta hasta que doble su volumen. A continuación, vertemos por uno de los lados del bol la leche y el aceite, y seguimos batiendo hasta incorporarlo todo bien. Por último, la harina y la levadura tamizada la uniremos intentando quitar el menos aire posible.
Luego en otro bol montamos las claras, comenzamos a batir y cuando empiecen a espumar les añadiremos el azúcar restante en tres veces hasta conseguir un merengue firme.
Introducimos la bandeja en el horno a 180 º C calor arriba y abajo, en la mitad del horno y sin ventilador. tardara aproximadamente entre 12 y 14 minutos. Podéis comprobarlo tocando con la yema del dedo el bizcocho, notareis que no se hunde. retiramos del horno y esperamos unos 10 minutos hasta que se enfrié un poco.
Mientras se enfría y coge la forma, preparamos las fresas, las lavamos y las cortamos en trozos medianos, las vamos poniendo en un bol, reservamos alguna para la decoración. Vertemos sobre ellas una cucharadita de azúcar y otra de zumo de limón, mezclamos, tapamos y reservamos en la nevera.
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